Trastorno bipolar

Cada 30 de marzo se conmemora el “Día mundial del trastorno bipolar”. La elección de esta fecha por parte de la Sociedad Internacional de Trastornos Bipolares (Isbd, por sus siglas en inglés) no es casualidad: es el aniversario del nacimiento del pintor holandés Vincent Van Gogh (1853), quien fuera diagnosticado, años después de su muerte, de haber padecido trastorno bipolar.
El problema es que así como Van Gogh falleció sin tratamiento alguno, muchos padecen de esta enfermedad y no son diagnosticados. Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), el 6% de la población mundial sufre de Trastorno Bipolar Emocional.
“El trastorno bipolar es una afección psíquica que se presenta con fluctuaciones del estado de ánimo de tal intensidad que va desde la euforia a la depresión. Estas fluctuaciones son persistentes y tiene que alcanzar una magnitud determinante”, explicó la médica psiquiatra Liliana Oubiña, quien preside la Fundación Bipolares Argentina (Fubipa) en Córdoba.
El trastorno suele detectarse entre los 15 y los 20 años, pero puede presentarse a cualquier edad. Incluso también se habla de desorden bipolar pediátrico.
Entre las causas, los investigadores incluyen tanto factores biológico-genéticos (hereditarios) como ambientales (estrés), que cuando se presentan en conjunto producen la aparición de la enfermedad. El desorden es causado por un desequilibrio bioquímico en el cerebro, una falla en neurotransmisores como la noradrenalina y la serotonina, que conducen mensajes en el cerebro. Por eso, es necesario un tratamiento farmacológico además de psicoterapia y grupos de ayuda.

Signos
El objetivo de este día es generar conciencia mundial sobre los trastornos bipolares y eliminar el estigma social asociado a la enfermedad.
“Cuando están en la fase de euforia son personas muy sociables, con una gran capacidad de entusiasmo y energía, son personas referentes de sus pares, con gran desempeño social y laboral, pero sólo es la otra etapa del trastorno”, señaló la especialista. “Cuando están en esa etapa, muchas veces al paciente y sus familiares les cuesta entender que tiene una enfermedad, ¿cómo le hacés entender a una persona talentosa, llena de energía, de fuerza y proyectos que eso es la otra cara de la moneda del trastorno bipolar? Por eso, en esa etapa suele pasar desapercibida esta enfermedad, no suelen hacer consultas durante la etapa de hipomanía”, agregó Oubiño.
El trastorno bipolar es un mal que una vez detectado se trata de por vida, como la hipertensión o la diabetes. Pero lejos de estigmatizarla, hay que saber que el paciente tratado puede llevar una vida normal. Si no, los síntomas se agravarán y pueden llevarlo a los límites de una depresión aguda.
Qué hay que saber
El trastorno bipolar es una enfermedad mental grave, episódica, crónica y recurrente caracterizada por el mal funcionamiento de los mecanismos que regulan el estado de ánimo, que lleva al paciente a sufrir episodios maníacos, depresivos o mixtos.
Según la Organización Mundial de la Salud, es la sexta causa de discapacidad en el mundo.

Estos episodios, que pueden llegar a requerir hospitalización, interfieren de forma significativa en la vida cotidiana del paciente y en su entorno, y tienen una importante repercusión en su salud, relaciones personales, funcionamiento y calidad de vida.
El trastorno bipolar representa un desafío inmenso para quienes lo sufren, pero también para sus familias, la comunidad y los profesionales que los tratan.
Es una enfermedad del cerebro, crónica y típicamente cíclica, que se expresa con cambios de ánimo inusuales y frecuentes. Quienes la padecen, a veces se sienten muy eufóricos o hiperactivos, y en otras ocasiones muy tristes o deprimidos. Además de provocar cambios en la energía y el comportamiento de las personas.
En principio es una tarea de un psiquiatra diagnosticar la enfermedad, pero hay signos para una consulta médica.

 

Recomendaciones para ayudar

• Tener paciencia
• Animar a su amigo/a o familiar a hablar y escucharlo/a atentamente
• Ser comprensivo respecto a sus cambios de estado de ánimo
• Hacer que su amigo/a o familiar participe en actividades que le agraden
• Recordarle que es muy posible que mejore con el tratamiento adecuado
• Ayudarle en aspectos prácticos, como el tener su medicación, recordarle o acompañarle a los controles médicos.

Fuente: El Litoral

Fecha: 31-3-2019