El 8 de marzo se conmemora el Día Internacional de la Mujer, antes llamado Día de la Mujer Trabajadora, donde se recuerda la lucha de la mujer por su participación, en pie de igualdad con el hombre en la sociedad y en su desarrollo íntegro como persona. El día fue institucionalizado por la ONU en el año 1975.
A más de 100 años del Incendio en la fábrica de Nueva York donde perdieran la vida más de un centenar de mujeres, por no poder salir del edificio, desde el Observatorio Económico y Social, perteneciente a la Facultad de Ciencias Empresariales de la Universidad de la Cuenca del Plata se analiza la situación laboral de las mujeres en el NEA. El estudio se basa en los datos suministrados por EPH, correspondientes al tercer trimestre del 2017 y otras fuentes oficiales de información.
La tendencia en el mundo en relación a la inserción de las mujeres en el mercado laboral es creciente. Sin embargo, esta inserción no se presenta de la misma manera para todo el colectivo femenino.
La disparidad de género se acentúa en los déciles con mayores ingresos, en tanto que los puestos que generan menores ingresos son ocupados principalmente por mujeres. Para el primer trimestre del año 2017, el ingreso total individual promedio de los varones se situó en 14.687 pesos; sin embargo, las mujeres percibieron para el mismo período 10.708 pesos, determinando en 2017, una brecha salarial del 27% superior a la registrada a fines de 2016, que ascendía a 23.5 %.
Según informe de la OIT del año 2016, entre los aspectos que contribuyen a marcar las diferencias entre género se encuentran la división sexual del trabajo, los roles que culturalmente se espera que cumplan varones y mujeres, el trabajo remunerado y el trabajo doméstico no remunerado, entre otros. La OIT también señala que las mujeres trabajan más horas por día en promedio que los varones, tanto en países desarrollados como los países en desarrollo, debido a que incorporan a sus jornadas laborales los roles, cuidadores, domésticos y reproductivos.
En el NEA, las mujeres representan el 51.5% de la población, sin embargo, para la misma región, la tasa de empleo para las mujeres alcanza al 40.6%, aproximadamente 18 puntos porcentuales por debajo de la tasa de empleo de los varones, situada en el 58.4%. En Corrientes, esta brecha se atenúa levemente: ya que la tasa de empleo para las mujeres se ubica en el 43.3% y la de los varones, en 57%. En tanto que Formosa, presenta la mayor brecha en tasas de ocupación, con un de porcentaje de mujeres ocupadas que alcanza apenas al 29.1% de la población total.
La desocupación en el NEA, también tiene rostro de mujer. Para el período de referencia, la tasa de desocupación regional de las mujeres fue de 4.5%, mientras que para el varón se situó en 2.9%. El aglomerado Gran Resistencia es el que presenta mayor diferencia en la tasa de desocupación discriminada por sexos: 5.4% para las mujeres; 1.8% para los varones. Cuando al análisis de la desocupación se le incluye además del sexo la edad; se observa que la tasa de desocupación femenina hasta 29 años en el NEA se ubica en el 12,7%, más que duplicando la tasa de desempleo de varones de la misma edad (6%). Esta situación tiene su excepción en la provincia de Corrientes, siendo la única provincia de la región que presenta una situación inversa: las mujeres de hasta 29 años desocupadas representan el 6.6%, tanto la desocupación en los varones asciende al 9.3%, manteniéndose este sesgo en favor de las mujeres cuando se incluyen las edades de 30 a 64 años 1.6% para las mujeres y 2.3% para los varones, según datos del tercer trimestre de la EPH.