Servicio Cívico Voluntario: dudas y críticas de expertos en educación

El proyecto está orientado a los jóvenes que no estudian ni trabajan. Cuestionan el rol de Gendarmería.

“Hoy la Gendarmería es la institución más valorada en nuestro país, la número uno. Mucho más valorada que cualquier otra, que la educación pública, que la universidad. Más que la iglesia y ni que hablar de la política”. Todavía rebotan las palabras de la ministra de Seguridad Patricia Bullrich, quien el miércoles volvió a defender la creación del Servicio Cívico Voluntario, que apunta a jóvenes de entre 16 y 20 años que no estudian ni trabajan, conocidos como los “ni-ni”. Y, especialmente, valoró que Gendarmería esté a cargo de los cursos que brindarán contención, responsabilidad y disciplina.

Especialista en Educación, Gustavo Iaies no ve mal esta iniciativa, aunque remarca que se trata de una idea de campaña. “Todavía es muy prematuro para tener una opinión formada, pero también entiendo que con esos chicos que no hacen nada hay que hacer algo. Fundamentalmente algo que tenga método, que los ordene, que les den pautas y orden para hacer algo cada día a determinado horario”, expresa el educador. Cuando dice “algo”, Iaies remarca “adquirir herramientas y contenidos que demanda el mercado laboral”.

Sobre si es Gendarmería la institución correcta para brindar esa preparación, el especialista cree que esta fuerza “pondrá los edificios y quiero imaginar que en el proyecto habrá educadores, especialistas, y en ese sentido diría que no es malo que eso suceda en lugares donde los pibes no fracasaron”.

Iaies no vincula el Servicio Cívico Voluntario con el no bien recordado Servicio Militar Obligatorio. “Creo que es un prejuicio de nuestras cabezas más que la realidad. Estamos muy sensibilizados con la palabra ‘militar’ y entramos en cólera. Debemos ser más abiertos y buscar alternativas para contener con saberes a estos chicos sin rumbo”.

Licenciada en Ciencia Política (Universidad del Salvador) y Master en Educación y Sociedad, Guillermina Tiramonti, en contraposición con Iaies, está indignada con este impulso del Gobierno nacional, al que define como “de terror”. Y amplía: “Los ni-ni son producto del fracaso del mercado de empleo y del fracaso de la educación. Y se busca subsanar lo mal que se han hecho las cosas para darles una mano a los chicos”.

Tiramonti siente que los dichos de Patricia Bullrich y esta implementación del Servicio Cívico ponen a los chicos en un lugar incómodo. “Si yo les doy una formación, la que sea, desde Gendarmería Nacional, los estoy poniendo en el lugar de chicos que deben ser atendidos por una fuerza de seguridad. Y si a vos te atiende una fuerza de seguridad es porque vos sos una amenaza”.

Ex rector del Nacional Buenos Aires, Gustavo Zorzoli mira de reojo la idea. “Yo creo que todo lo que tiene que ver con Educación tiene que estar presentado por gente afín, en este caso desde el Ministerio de Educación nacional, y no tener a Patricia Bullrich hablando en todos los medios. Me hace ruido”, grafica el profesor de matemáticas.

A Zorzoli también le parece “algo insignificante” la primera etapa del Servicio Voluntario, que comprendería a 1.200 chicos. “Es cierto que sería el comienzo, pero hay que tener en cuenta que aproximadamente hay entre un 45% y un 50% de jóvenes fuera del sistema educativo”.

Doctor en Ciencias de la Educación y docente universitario, Isabelino Siede deja en claro su desacuerdo. “Poner a los gendarmes a educar a los jóvenes es tan pertinente como poner a los docentes a patrullar las fronteras”, explicita. Y agrega:“Con esta propuesta, el Gobierno reconoce su fracaso al tratar de incorporar a los adolescentes a la escuela secundaria obligatoria”.

Tampoco hay que dejar de lado el trasfondo de seguridad que puede tener la iniciativa, y para ello Diego Gorgal, es un especialista en la materia. “Si con esto se busca una manera de prevenir el delito adolescente, diría que no hay evidencia que sostenga que este tipo de intervenciones tiene resultado eficaz ”, remarca.

Fecha: 19/7/2019

Fuente: Diario Clarín