Patea la pelota y desfila para ser Miss Mundo

La número 5 bajo el brazo. Sasha Gigliani jugó con varones de chica y ahora hace goles en Vélez.

Futbolista y participante de Miss Mundo son dos facetas que podrían formar parte de una adaptación de la película “Miss Simpatía” que protagonizó Sandra Bullock. Pero hay oportunidades en las que la realidad supera a la ficción y ese es el caso de Sasha Gigliani, delantera de Vélez,

Miss Argentina y una de las tantas jugadoras que impulsaron el fútbol femenino en nuestro país.

“En Vélez siempre nos tratan de la mejor manera y el cuidado y la seriedad se siente en cada entrenamiento y sobre todo en las herramientas que nos brindan. Es muy lindo tener ese respaldo”, dice.

Pero el camino de Gigliani no se inició en Liniers. Sus comienzos con

la pelota se remontan a Saladillo, ciudad en la que nació, y a Oro Verde, el club en el que jugaba que era dirigido por su abuelo. “El fue mi primer entrenador y el que me inculcó el amor por el fútbol. El me sumó al equipo del club y para mí era natural

jugar con varones. Es más, jugué con ellos hasta los 15 años y con mis compañeros lo veíamos como algo natural”, cuenta.

“Muchas veces los rivales no sabían que era una nena, pero sinceramente no era algo que me preocupara. Yo siempre tuve claro que mi idea era jugar a fútbol. Soy la única de mis seis hermanos que se dedicó al fútbol”, afirma divertida.

Gigliani cree que su participación en el concurso Miss Mundo le abrió puertas a la posibilidad de fomentar su proyecto de vida. “La idea de ese tipo de certámenes no es sólo dar a conocer una cuestión estética sino que también se busca impulsar un trabajo sobre algo genuino. Mi idea es poder impulsar mi proyecto deportivo y que se tenga conciencia sobre lo vital que es tanto para hombres como para mujeres”, sentencia.

Sobre las diferencias entre sus dos profesiones, la joven modelo de 25 años explica: “Cuando te ponés los botines te tildan de marimacho y cuando formás parte de un Miss también recibís críticas. La verdad es que aprendí a no darle tanto lugar a lo que se dice y me enfoco en lo mío. Soy consciente de que lleva mucho tiempo poder desarrollarme en ambas cosas, pero al momento de elegir no tengo dudas: el fútbol es lo que amo y de lo que me gustaría vivir”.

Gigliani cuenta una anécdota sobre los concursos de belleza: “Me tocó ir a Bolivia para uno de los eventos de Miss Mundo y me acuerdo que las chicas me miraban raro porque había entrado sin las pestañas ni maquillaje y con una pelota abajo del brazo. Ser deportista es algo poco común en ese rubro”.

La prensa boliviana la destacó en ese momento. “En Bolivia el fútbol femenino no tiene el mismo desarrollo que en la Argentina y, mucho menos, que en Estados Unidos o España. Cuando se enteraron de que era jugadora su atención sobre mi historia de vida fue mayor”, cuenta.

Ella es Miss Argentina y Miss Hispanoamérica pero tiene en claro que su búsqueda está orientada a lo netamente deportivo. “Mi responsabilidad es dar a conocer un plan que tenga como objetivo defender la igualdad de género y la cultura de trabajo de las jugadoras y deportistas argentinas”, afirma.

Tampoco descarta la idea de volver a formar parte del Miss Mundo ya que la vigencia de su título argentino le permite seguir compitiendo a nivel internacional. Sin embargo, aquella situación la llevó a replantearse el rol y las funciones que cumple una futbolista, más allá de lo que puede hacer en una cancha. “Es algo extraño. Está bien visto que Cristiano Ronaldo sea modelo, jugador y una cara visible de las marcas a diferencia de nosotras, que parece algo más chocante. Mi punto no es criticar lo que hace Cristiano sino que se entiendan por igual los dos casos”, enfatiza.

Aunque pretende conectar el mundo futbolístico con el modelaje, cree que se mejoró la exposición de las jugadoras argentinas. Ella, en tanto, combina gambetas y tacos.

Fuente: https://www.pressreader.com/argentina/clarin/20200524/282119228744953