La falta de oportunidades preocupa a los universitarios

La distancia entre los sueños y la realidad está muy clara para los jóvenes universitarios argentinos. Según muestra la encuesta anual de Cia de Talentos, el 71% sueña con trabajar en una empresa, pero el 60% considera difícil o muy difícil conseguir un trabajo que le permita progresar en la vida. La principal razón de esa dificultad es la falta de oportunidades en el mercado laboral (49%).

La encuesta de Cia de Talentos les pregunta a los jóvenes si hay alguna empresa u organización en la que sueñan trabajar. Si bien este año la gran mayoría contestó que sí, no siempre sucedió sucedió del mismo modo. En el período que va de 2013 a 2017, sólo la mitad o menos tenía una empresa “soñada”.

La razón de que la cantidad de estudiantes que sueñan con empresas ascendiera en los últimos dos años es doble, según Patricio Navarro Pizzurno, gerente general de la consultora responsable del estudio: “Por un lado, hay un factor económico, algo que habíamos empezado a ver el año pasado. Tenés un público que empieza a vivir una crisis económica macro, para muchos la primera, con impacto directo en los niveles de desocupación. Frente a esa situación, aumenta el atractivo de un trabajo con estabilidad”, describe.

Además, también se da “el fin del período romántico del emprendedorismo”, asegura el consultor. La moda emprendedora se expresaba en las encuestas de años anteriores como una falta de interés por insertarse en una empresa, o, en algunos casos, en que la propia empresa fuera la empresa soñada. “Resultó que ser emprendedor no era ni tan lindo ni tan fácil. Eso de por sí hubiera generado un aumento del interés de trabajar en una empresa, algo que la crisis apuró”, analiza Navarro Pizzurno.

A aquellos encuestados que contestaron que hay una empresa con la que sueñan, se les pidió el nombre. De esta pregunta abierta surge todos los años un ranking de “empresas soñadas” por los jóvenes, que no ha deparado mayores sorpresas en los últimos cuatro años.

Google ocupa el primer puesto ininterrumpidamente desde 2016. “Es una compañía con una muy buena gestión de su marca empleadora y es una nativa digital. El factor aspiracional de este tipo de empresas es alto, por salario y por capacidad de crecimiento”, observa Navarro Pizzurno. Las “nativas digitales” impactan de lleno en el público joven “que conoce el tipo de producto que ofrecen. Además, en este caso, se trata de una empresa masiva”, agrega el consultor.

El resto del top ten presenta nombres repetidos a lo largo de los años, pero la nota saliente la da el ascenso en el ranking de dos compañías del sector petroleroYPF en el segundo puesto y Pan American Energy, en el tercero. YPF desplazó a Unilever, que había estado segundo desde 2016. Este año aparece, pero quinta.

“No es casual que empresas de oil&gas desplacen a las de consumo masivo, en un año en que estas últimas han tenido dificultades, mientras que las petroleras, las tecnológicas y las de agronegocios fueron como burbujas”, analiza el consultor.

Expectativas

¿Qué esperan los jóvenes del trabajo? La encuesta indagó por qué las empresas elegidas eran “soñadas”. Y las tres razones principales fueron: la realización profesional (33%), el aprendizaje o desarrollo constante (22%) y la posibilidad de experiencia internacional (11%). “Realización profesional y desarrollo están siempre en el top tres”, dice Navarro Pizzurno. “Lo que vuelve a aparecer, que es más alternante, es la posibilidad de experiencia internacional. Eso puede ir con el espíritu de los tiempos: quienes están empezando la carrera valoran las empresas que ofrecen esa posibilidad”, indica.

El consultor hace referencia a un crecimiento significativo de los procesos selectivos para expatriar gente durante este año: “Se debe a una cuestión histórica: la Argentina es una usina de talento para las multinacionales. Y también a que el panorama más áspero acá hace que cueste menos generar una propuesta de valor atractiva”, analiza Navarro Pizzurno. La tendencia pareciera indicar una inversión de factores, dice: “Antes era ‘me voy a estudiar afuera y vuelvo a trabajar a la Argentina’. Ahora es ‘me quedo estudiando acá y me voy a trabajar afuera’”.

De todas maneras, para el consultor “la distribución de respuestas a esa pregunta muestra que no hay nada preponderante. Algo así como ‘no sé por qué, pero vamos para allá’”, ilustra. Los otros factores que aparecen como atractivos de las empresas elegidas son la posibilidad de innovar (8%), remuneración y beneficios (6%), políticas flexibles y de integración vida/trabajo (5%), la infraestructura de punta (4%), la buena imagen en el mercado (3%) y el segmento donde se ubica la empresa (2%).

Pero independientemente de lo que los jóvenes busquen o las empresas ofrezcan, la dificultad real es conseguir trabajo. Para el 60% de los consultados, conseguir un trabajo que le permita progresar es difícil o muy difícil. Para el 38% no es ni difícil ni fácil. Y sólo el 2% contestó que es fácil.

“El ingreso al mercado laboral es lo que están viendo muy difícil, y en parte es así. Hay algunos nichos de actividad que se han mantenido, pero quizás no salieron a captar más talento joven”, señala Navarro Pizzurno, y agrega que la tendencia es a que haya más oferta de pasantías que de programas para jóvenes profesionales. “La pasantía es un proceso de aprendizaje. Los jóvenes profesionales, en cambio, entran como efectivos desde el día uno en el 99% de los casos”, detalla.

La principal dificultad de ingreso al mercado laboral es que hay pocas oportunidades en el mercado, según indicó el 49% de los consultados. La segunda razón es la falta de experiencia (30%) y la tercera, la calidad de las oportunidades en el mercado (11%). Sólo el 3% indicó que no se sentía bien preparado para el trabajo.

“La calidad de oportunidades refiere a lo básico tanto del contrato real como del contrato psicológico: hay muchos trabajos que no son atractivos desde el punto de vista del desarrollo y desde la parte salarial. Frente a la pérdida de poder adquisitivo descomunal de los últimos 18 meses, tenés empresas que salen a ofrecer cosas que no son buenas. Y los jóvenes son jóvenes, pero no son idiotas: no toman esos trabajos o los toman a regañadientes”, dice Navarro Pizzurno.

Sentimientos

La encuesta destinó toda una sección a relevar cómo se sienten los jóvenes sin y con experiencia laboral. Con qué frecuencia se sintieron alegres, entusiasmados, realizados, seguros, ansiosos, preocupados, cansados o apáticos.

En la comparación entre quienes tienen experiencia profesional y quienes no, se ve que los que no trabajan se sienten alegres y entusiasmados con más frecuencia que aquellos que tienen experiencia laboral. Sin embargo, la relación se invierte en cuanto a la realización: los que tienen experiencia se sienten realizados con mayor frecuencia. Y a la vez, menos ansiosos. “Podemos interpretar que cuando entran a trabajar, se les quita un poco la alegría y el entusiasmo, pero le dan sentido y canalizan lo vocacional. Mientras que quienes están fuera del mercado laboral sienten más incertidumbre y ansiedad ”, analiza Navarro Pizzurno.

También se les pidió un balance general sobre su experiencia de trabajo. Allí, el 35% de los jóvenes indicó que había sido “mejor de lo que imaginaba”, el 33% “como imaginaba”, el 21% “peor de lo que imaginaba” y el 11% optó por contestar: “nunca lo pensé”.