Clima extremo, pérdida de biodiversidad, inundaciones, muertes. El avance del calentamiento global ha provocado la urgente necesidad de acción. Con motivo de la septuagésima cuarta Asamblea General de las Naciones Unidas, el secretario general António Guterres decidió convertirse en anfitrión de la Cumbre de Acción Climática para impulsar y acelerar el cumplimiento de los objetivos del Acuerdo de París.
Líderes gubernamentales, referentes del sector privado y de la sociedad civil discuten iniciativas y acciones que permitan abordar soluciones en relación al cambio climático. Greta Thunberg, la sueca de 16 años que se ha convertido en fuerte embajadora del medio ambiente, fue quien acompañó a Guterres durante la inauguración de la cumbre junto a otros dos jóvenes activistas.
Thunberg se mostró más dura que nunca. Con la mirada fija en cada uno de los presentes en la sala de la Asamblea General, la joven apuntó contra cada uno de ellos, y dijo: “Esto está todo mal, yo no debería estar acá. Yo debería estar en clase del otro lado del Océano Atlántico, pero no, vienen a nosotros por esperanza. ¿Cómo se atreven? Se robaron mi infancia y mis sueños; estamos en el comienzo de una extinción existencial”.
“Por más de treinta años la ciencia ha sido clara como el cristal: ¿cómo se atreven? Nos están fallando y los jóvenes entienden su traición”, dijo, y añadió: ” Si nos fallan, no los perdonaremos nunca. No les dejaremos que se salgan con la suya, aquí es donde ponemos la línea. El mundo se está despertando y el cambio viene, les gusto o no”.
Por su parte, en inglés y en francés, Guterres explicó que esta cumbre no solucionará los problemas de un día para otro, pero sí será un punto para impulsar el cambio y reafirmar la intención de dejar un futuro mejor. “Si nos movemos juntos, nadie quedará atrás”, señaló.
“¿Es sentido común otorgar miles de millones de dólares en dinero de los contribuyentes a la industria de combustibles fósiles para impulsar los huracanes, propagar enfermedades tropicales y aumentar los conflictos? ¿Es sentido común continuar construyendo plantas de carbón que están asfixiando nuestro futuro? ¿Tiene sentido común recompensar la contaminación que mata a millones de personas con aire sucio y hace que sea peligroso para las personas incluso aventurarse en sus hogares?”, se preguntó el máximo funcionario de la ONU en un discurso crudo y certero.
Minutos después de pasar por la el edificio de la ONU frente a cientos de personas, la joven cruzó a Unicef para dar una conferencia de prensa junto a otros quince activistas que atraviesan su adolescencia como líderes y luchadores del medio ambiente. En conjunto, los chicos de diversos orígenes revelaron que esta mañana presentaron un recurso de queja oficial ante el Comité de los Derechos de los Niños de las Naciones Unidos. La demanda sostiene que sus derechos humanos han sido violados al permitir el avance brutal del cambio climático.
La directora ejecutiva adjunta de Unicef Charlotte Petri Gornitzka fue la encargada de presentar a los jóvenes. “Cinco años atrás, un mecanismo fue creado para otorgar a los niños una manera de realizar una queja por violación de derechos humanos directamente a la Organización de las Naciones Unidas. Y Unicef está encantado de ver niños utilizar este mecanismo y ejercer sus derechos”.
En este sentido, Gornitzka aclaró que Unicef no tiene parte dentro de la demanda, sino que su posición es la de un actor neutral. “La queja pertenece a los chicos peticionantes, y la adjudicación es realizada por comité de expertos independientes”, aclaró, y continuó: “No hay dudas de que la crisis climática es una crisis en los derechos humanos de los niños. El cambio climático tiene el potencial de socavar la mayoría de los avances logrados en la supervivencia y el desarrollo infantil en los últimos treinta años”.
A continuación, los quince jóvenes -entre ellos la argentina de 17 años Chiara Sacchi- participaron de una conferencia de prensa. Al ser consultados por LA NACION, los chicos contaron que, al igual que Greta Thunberg, sienten que su niñez fue robada: “Mis islas están siendo destruidas, y no tener un hogar simplemente no está bien; es como robar plata de un niño”, dijo uno de los chicos de las Islas Marshalls, con dolor en la mirada.
Chiara Sacchi, la única argentina que participó del panel habló con este medio, y dijo: “Esto es muy poderoso. Me siento muy bien, estoy muy contenta”. La adolescente es parte de una red global sin fines de lucro llamada Slow Food, además, colabora con una organización que trabaja en la limpieza y preservación de especies en los océanos y en el programa La Voz de la Juventud.
Thunberg recibió las primeras preguntas de la conferencia y, cansada, pidió que también se tenga en cuenta compañeros. Además, al ser consultada por cómo se sintió después de haber dado su sentido discurso en la Asamblea General, prefirió llamarse al silencio y contestar: “Creo que esa respuesta no es para aquí”.
En Manhattan, las calles que dan acceso a la sede de las Naciones Unidas quedaron completamente bloqueadas. Desde las primeras horas de la mañana, el tránsito de la isla se vio todavía más afectado de lo normal, y los locales hicieron notar su disgusto con malas caras.
Una hora antes del inicio de la cumbre, líderes del mundo se encontraron en la Cámara del Consejo Administrativo para tratar asuntos vinculados a la cobertura de salud a nivel mundial. Guterres, acompañado por el director de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus y el presidente del Grupo del Banco Mundial, David Malpass; destacó la importancia de garantizar el derecho a la salud, e hizo especial hincapié en el cumplimiento de derechos reproductivos de niñas y mujeres en el mundo.
Los pasillos de la sede central de las Naciones Unidas estaban colapsados. Periodistas del mundo y miembros de comitivas gubernamentales corrían de sala a sala para no perder ninguno de los eventos
Un informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) indica que todavía es posible limitar el calentamiento global a 1,5 °C, pero para alcanzarlo es necesaria la ejecución de medidas clave cuanto antes. La emisión de gases sigue en aumento, por lo que es imprescindible el compromiso de potencias para llegar a cero emisiones para 2050.
Esta mañana, el presidente de Estados Unidos Donald Trump tenía programado un evento de libertad religiosa en la ciudad de Nueva York y, en principio, esto iba a impedir que pudiera asistir a la cumbre de cumbre de acción climática en la ONU. Sin embargo, para sorpresa de muchos, el mandatario finalmente pasó unos diez minutos. La visita fue corta y no resultó percibida por demasiados delegados.
El brasileño Jair Bolsonaro, por su parte, faltó a la cumbre, pero participará de la las reuniones de alto nivel de la Asamblea General.